DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LOS MIEMBROS DE LA ASOCIACIÓN "MISIÓN SHAHBAZ BHATTI"
Sala del Consistorio
Viernes, 30 de noviembre de 2018
Queridos hermanos y hermanas:
Os doy una cordial bienvenida y, a través de vosotros, deseo que mi saludo llegue a todos los cristianos de Pakistán, especialmente a aquellos que viven en las situaciones más difíciles.
Doy las gracias al Sr. Paul Bhatti por su discurso. Rindo homenaje a la memoria de mi querido hermano Shahbaz, y me complace saber que hoy en día es amado y estimado por muchos en Pakistán y que su sacrificio está dando frutos de esperanza. La palabra de Jesús también es válida para él: «Si el grano de trigo, caído en el suelo, no muere, permanece solo; si, en cambio, muere, produce mucho fruto» (Jn 12,24). Fruto de diálogo, de comprensión, de reconciliación; fruto de fortaleza, de valor, de mansedumbre.
Y uno de los frutos del sufrimiento de los cristianos es la multiplicación de grupos y asociaciones —como la vuestra— que construyen puentes de fraternidad en todo el mundo, superando diferencias de idioma, de cultura y, a veces, incluso de religión. Puentes de fraternidad, ante todo, entre las mismas Iglesias y comunidades eclesiales, que el Espíritu anima cada vez más a caminar juntas en el servicio a la paz y la justicia. Puentes de fraternidad y de diálogo con otros creyentes, para favorecer relaciones de respeto y confianza mutua.
Vuestra llamada a la solidaridad ha encontrado una respuesta rápida y generosa en Italia, especialmente en la región de las Tres Venecias, con la participación de pastores y comunidades, y me siento feliz y agradecido por ello. Os aliento a seguir adelante con este estilo evangélico que combina firmeza y mansedumbre, para asegurar asistencia a las víctimas de falsas acusaciones y, al mismo tiempo, realizar signos concretos de lucha contra la pobreza y las modernas esclavitudes.
Espero que, sostenidos por la oración y la solidaridad activa de muchos, podáis extender vuestra acción en todas las zonas de Pakistán donde los cristianos y otras minorías están más presentes y, desafortunadamente, también discriminados y sometidos a abusos y violencia. ¡Qué vuestra seña de identidad sea siempre la que brilla en el testimonio de Shahbaz Bhatti y de muchos otros mártires de nuestro tiempo, a saber, la fe humilde y valiente en el Señor Jesús y la capacidad de llevar amor allí donde hay odio. Esto —lo sabemos— no es obra nuestra, sino del Espíritu, y por eso pido a la Virgen María que os mantenga siempre abiertos y dóciles al Paráclito.
Gracias por el regalo de esta visita. Os acompaño con mi oración y mi bendición, de las que os pido que hagáis partícipes a las personas que encontráis en vuestro servicio en Pakistán, diciéndoles: “el Papa piensa en Pakistán”. Y os pido, por favor, que recéis por mí.
Boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, 30 de noviembre de 2018.
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