VIAJE A LA REPÚBLICA DOMINICANA,
MÉXICO Y BAHAMAS
DISCURSO DEL PAPA JUAN PABLO II
A LOS FIELES MEXICANOS A LA SALIDA DE LA CATEDRAL
Viernes 26 de enero de 1979
Amadísimos hijos:
Después de recibir el saludo de bienvenida del señor cardenal José Salazar y del señor arzobispo de esta ciudad, Monseñor Ernesto Corripio, acabo de terminar la celebración de mi primera Misa en tierra mexicana, ofrecida en esta catedral metropolitana.
Estoy muy contento de encontrarme aquí con vosotros y saludo a todos y cada uno, a los sacerdotes, religiosos y religiosas, seminaristas, personal adultas, padres y madres de familia. Pero llegue mi saludo especialmente cordial a los jóvenes, a los niños, a los ancianos y enfermos.
Sabed que el Papa ha rezado en la Misa por todas vuestras intenciones, pidiendo al Señor que os conduzca por el camino de la rectitud moral, del amor a Cristo y a la Iglesia, que os dé su consuelo si tenéis algún motivo de tristeza o dolor, y os conceda vivir con autenticidad vuestra vida cristiana.
Sobre todo en estos días en que estaremos cercanos, rezad también vosotros por el Papa y por la Iglesia. Y pidamos con fervor a la Virgen de Guadalupe que Ella nos ayude en nuestro camino y sea nuestra guía hacia su Hijo y Hermano nuestro, Jesús.
A todos el Papa os da con gran afecto su bendición.
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