ALOCUCIÓN DEL SANTO PADRE JUAN PABLO II
A UNA DELEGACIÓN DEL INSTITUTO MUNDIAL
DE FENOMENOLOGÍA DE HANOVER (ESTADOS UNIDOS)
Sábado 22 de marzo de 2003
Ilustres profesores:
Me alegra mucho encontrarme con vosotros, con ocasión de la presentación en Roma del volumen Phenomenology World-Wide. Foundations Expanding, Dynamics, Life Engagements. A guide for research and study. Me congratulo con la profesora Anna-Teresa Tymieniecka, que con acierto ha coordinado la obra, y saludo a cada uno de los presentes. Os agradezco a todos la visita y el regalo de esta publicación, particularmente interesante para mí.
Uno de los aspectos peculiares de este trabajo es que constituye un eco de "muchas voces", o sea, es fruto de la colaboración de más de setenta especialistas en los diversos campos de la investigación fenomenológica. Este carácter, por decirlo así, "sinfónico" corresponde a una de las aspiraciones de Edmund Husserl, padre de la fenomenología, el cual deseaba que se formara una comunidad de investigación, para afrontar con diferentes enfoques complementarios el gran mundo del hombre y de la vida.
Doy gracias a Dios por haberme concedido también a mí participar en esta fascinante empresa, desde los años de estudio y de enseñanza, y también después, en las sucesivas fases de mi vida y de mi ministerio pastoral.
La fenomenología es, ante todo, un estilo de pensamiento, de relación intelectual con la realidad, cuyos rasgos esenciales y constitutivos se quieren captar, evitando prejuicios y esquematismos.
Quisiera decir que es casi una actitud de caridad intelectual con el hombre y el mundo y, para el creyente, con Dios, principio y fin de todas las cosas. Para superar la crisis de sentido, que afecta a una parte del pensamiento moderno, en la encíclica Fides et ratio (cf. n. 83) quise insistir en la apertura a la metafísica, y la fenomenología puede dar a esa apertura una contribución significativa.
Queridos hermanos, al expresaros nuevamente mi gratitud por vuestra visita y por el regalo de la importante contribución científica, os deseo todo bien para vuestras actividades, y de corazón os bendigo a todos vosotros y a vuestros seres queridos.
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