CARTA DEL SANTO PADRE FRANCISCO
A LOS NUEVOS CARDENALES
___________________
Querido hermano:
Con la creación cardenalicia entrarás a formar parte del clero de Roma. ¡Bienvenido! Una pertenencia que expresa la unidad de la Iglesia y el vínculo de todas las Iglesias con esta de Roma.
Te animo a que tu cardenalato encarne aquellas tres actitudes con las que un poeta argentino —Francisco Luis Bernárdez— describía a san Juan de la Cruz, pero que nos viene bien también a nosotros: «ojos altos, manos juntas, pies desnudos».
Ojos altos, porque tu servicio exigirá ampliar la mirada y ensanchar el corazón, poder mirar más lejos y amar más universalmente con mayor intensidad. Entrar en la escuela de su mirada —Benedicto XVI— que es el Costado abierto de Cristo.
Manos juntas, porque la Iglesia lo que más necesita —junto con el anuncio— es tu oración para apacentar bien la grey de Cristo. La oración, que es el ámbito del discernimiento para ayudarme a buscar y hallar la voluntad de Dios para nuestro pueblo, y seguirla.
Pies desnudos, tocando la aspereza de la realidad de muchos rincones del mundo embriagados de dolor y sufrimiento por la guerra, la discriminación, la persecución, el hambre y numerosas formas de pobreza que te exigirá tanta compasión y misericordia.
Agradeciendo tu generosidad, rezo por ti para que el título de “servidor” —diácono— opaque cada vez más al de “eminencia”.
Reza por mí y que Jesús te bendiga y la Virgen Santa te acompañe.
Fraternalmente,
FRANCISCO
Roma, San Juan de Letrán, 6 de octubre de 2024
Copyright © Dicastero per la Comunicazione - Libreria Editrice Vaticana